Gino Ceccarelli
«En mi pintura, intento explorar la cosmovisión del Amazonas, comprenderla, capturarla y reinterpretarla. Sin embargo, esta fuente de secretos, magia, mitos y leyendas es inagotable. Cuanto más te sumerges en ella, más claro te queda que solo has tocado la superficie“.
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Magia, poder, encanto y fascinación: estos son los elementos que definen el mundo exuberante, cálido y misterioso de la selva amazónica.
Es un reino donde los humanos han coexistido armoniosamente con la naturaleza, creando una forma de vida única que atrae a quienes la encuentran, atrayéndolos a convertirse en parte de esta existencia extraordinaria.
Esta profunda conexión con el ecosistema amazónico, su fauna, flora, cielo y tierra, es la base sobre la cual se construyen y desarrollan las cosmogonías.
En este ambiente se comparten misterios y epopeyas y la vida se desarrolla con una sensualidad extrema y cautivadora.
Es una combinación perfecta de dedicación y éxtasis, asombro y miedo, lo que da como resultado una simbiosis extraña pero sencilla.
Profundamente arraigado en el Amazonas, Gino Ceccarelli ha adquirido un profundo conocimiento del mundo de este hábitat único.
Durante años vivió en la selva tropical, se sumergió en sus mitos y misterios y desarrolló una conexión inquebrantable con su tierra natal.
Se describe con orgullo a sí mismo como un “residente del Amazonas”. Su profundo conocimiento, sumado a una profunda admiración y dedicación por la selva tropical, se refleja en sus obras.
El lienzo ampliado de su serie de obras siempre inacabadas permite al artista representar sus dimensiones, sugerir el plasma original, escenificar la dimensión espacial e incluso evocar la ilusión de los aromas.
Sin embargo, no puede escapar de la presencia de su trasfondo cultural, el conocimiento de cosmogonías alternativas y diferentes visiones del mundo.
El artista, que pasó 12 años en París, en su obra combina de manera magistral sus experiencias académicas, sus habilidades técnicas y su racionalidad con los aspectos simbólicos que surgen de sus experiencias místicas y la introspección
Prefiere los formatos grandes y los colores brillantes y traspasa los límites de las normas académicas tradicionales para mantenerse fiel a su visión.
Crea siluetas oscuras, desnudos provocativos y seductores, o recurre a figuras que irradian ternura materna.
En sus obras, la luz y la sombra juegan un papel especial en la dotación de expresividad a sus figuras.
A través de una iluminación hábil y degradados de color fluidos y sensuales, da vida a sus motivos y tiende puentes entre sus formas curvilíneas .
En su monumental obra titulada La Creación, emerge una figura central: un gran ramo de flores, del que una mujer fantasmal, casi agachada y desnuda, extiende sus manos protectoras y restrictivas sobre sus hombros.
Cerca del centro un pájaro flota hacia su destino. Por otro lado encontramos alegorías del sol y la luna, con un homenaje a la venerada planta ayahuasca.
Los símbolos allí representados, que recuerdan al conocimiento microscópico y las estructuras moleculares, ofrecen un guión abierto que pretende ser a la vez universal y genérico.
Su obra continúa en una magnífica representación caracterizada por una hábil geometría, un encadenamiento bien planificado y una estructura armoniosa.
Ceccarelli busca y encuentra una fusión atrevida y a menudo imprudente de las criaturas que representa con el mundo que quiere transmitir.
Este es el resultado de una profunda lucha interior, un encuentro con uno mismo que va más allá de la comprensión y roza el instinto.
El arte de Gino Ceccarelli es una oda a la belleza, la sensualidad y la profunda espiritualidad del Amazonas, y sus lienzos sirven como una ventana a este mundo para que todos puedan verlo y apreciarlo.